Chiquitita

A pesar de ser «la escritora de la familia» las palabras se me quedan cortas y enredadas entre tanto sentimiento.

No es por falta de historias, por que sobran las anécdotas, las experiencias, las sonrisas, las aventuras y las travesuras.

Es que todo ha sido tan rápido… que no me ha dado el tiempo para comprender… y aún me falta llorar…

Es por que los sentimientos y el agradecimiento son más grandes que cualquier frase…

Es que decir que «le extraño mamita»… se queda corto.
Es que no se dice solo «gracias mamá», sino que se siente y cuando se siente, se sacude cada recuerdo y se convierte en amor…
el único amor que es absoluto e incondicional, el de una mamá por sus hijos y sus nietos
ella era la voz que tenía que escuchar cada día para que sea «completo»

Ella era la llamada que siempre nacía,
(aunque no siempre era fácil lograr que contestara el teléfono… por esa increíble habilidad de desconfigurar el celular con solo meterle en la cartera o ponerle en silencio solo con quedarle viendo)

Mami era el refugio… el atardecer en la playa… y el acolite
ese acolite que me llenaba de valor para saltar en bungee, hacer parasailing, hacer rappel, y comprender que la vida es una… y que hay que vivir con todo… porque es chulla vida

Ella era mi cómplice… mi amiga… mi apoyo… mi dosis de ubicatex y de fe. Ella fue quien me enseñó a poner todo en manos de Dios, pero también en tener la coherencia de ser y hacer.

Siempre ocupada. Si no estaba moviendo los muebles de la casa para «re-decorar» (no importa si no era la casa de ella), estaba siempre planeando algún evento o paseo con sus amigas, preparando su clase de Biblia, dando un buen sermón o buscando la manera de mimar a sus mimijos… especialmente con la comida de los martes…

Fue con ella que aprendí que ser mamá no es solo criar… si no confiar y dejar ir.

Fue con ella que aprendí que se puede esquivar el chancletazo pero que de una u otra manera la vida te enseña

Fue con ella que salí a aprender a manejar aunque ella nunca aprendió… ni manejó…

Su sueño frustrado era ser doctora… quiso estudiar medicina pero no fue posible… así que como mamá nos enseñó que las oportunidades se aprovechan y los sueños se luchan y las metas se consiguen

Ella me enseñó que ser mamá, es ser la voz de la dulzura, la mano que sostiene, la oración que bendice, y la presencia que acompaña

Ser mamá es ser la fuerza que guía…
vivir en agradecimiento y luchar en silencio

A través de los años me convertí en su cómplice. Vivimos tanto juntas… y sobrevivimos casi a todo…

Fui la guardadora de su historia y sus secretos… la que sabía de sus miedos, de sus decepciones, del dolor del pasado, la que sabía de su fe, de su fuerxa@@,

pero sobretodo ahora soy la fuerza de su presente, la alegría de sus viajes, la voz de su experiencia, y la continuidad de su amor

Decir que la extraño… se queda corto. Son solo palabras… y para ella solo importan las acciones

No puedo decir que no sé vivir sin ella;
al contrario vivo cada día con fuerza… con fe… con alegría gracias a todo lo que ella me enseñó..

Germán, Juanca, Felipe… se nos fue papi…
ahora se nos fue mami…
pero estamos los cuatro… y estamos juntos…
Juntos con la pauli… y la chucu..
Juntos con Julieta, con Joaquín, con José María, con Antonia y Lucas… con el Fede..
Juntos con PECS
Juntos en familia

Y tenemos que cumplir con una sola promesa que le hicimos a mami: y esa es VIVIR.

Gracias mamá
Gracias chiquitita

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