Algo que escribí hace mucho tiempo y vuelve a tener sentido y vigencia:
ACUÉRDATE DEL PAN
«Me siento ahogada. Tengo a penas 21 años y ya no veo esperanza. Hace un par de meses me diagnoticaron algo que no puedo pronunciar, me llenaron de pastillas y me clavaron en una cama. Dijeron que con el tiempo iba a curarme, pero que eso iba a estar siempre dentro de mi. (Han pasado ya muchos años y es verdad, sigue ahí pero ahora he aprendido a convivir con eso que no podia pronunciar)
Dijeron que con el tiempo iba a curarme. Desde ahi vi como mis planes para el futuro cambiaban. Mi vida salió de mis manos y pasó a las de los medicos y a las decisiciones que mis padres tomaron por mí. (es impresionante como a veces tu propia historia se repite)
Al fin salí de esa cama, he vuelto a comenzar mi vida y poco a poco he empezado a tomar decisiones; pero parece que no estoy avanzando. En cuatro meses màs sabré si me curè. (ahora se que nunca me voy a curar pero que ya se controla, y puedo tener una vida normal)
Tengo que esperar, como todo un país espera. Me veo en medio de un país sin luz, agua, ni esperanza. A veces creo que la enfermedad no sòlo me cayó a mí sino que le contagiè a todo el Ecuador.
Antes pensaba que lo que venía era lo mejor. Ahora, como mi abuelo, pienso que el pasado era mejor. Al menos teníamos luz, hospitales, esperanza
Dicen los medicos que poco a poco voy a volver a ser lo que era. Yo antes no paraba: estudiaba, trabajaba, era voluntaria, capacitaba, entrenaba karate, salía, farreaba, visitaba a mis amigos, y un revista me escogió como la joven profesional con más éxito y futuro…
Ahora prefiero estar en mi casa, no visito ni llamo a nadie (aprendi que la gente es mala y traicionera) y nadie me llama ni me visita a mi. Me acostumbrè a estar sola. Soy como el paìs. Me he vuelto conformista.
Pero algo tengo que hacer. Ya es hora de que exija resultados, de que reclame la devoluciòn de la energía que la enfermedad se llevó. No me puedo dejar vencer.
¿Cómo se puede arreglar un paìs? ¿Còmo curar algo que se enfermó? Con la esperanza de mejorarse, sin perder la fe. ¿Ustedes han perdido la fe en mi país? ¿He perdido la fe en mí?
Mi tìa abuela muriò antes de ayer. Mi papá vino a mi cuarto y como un niño chiquito se trepó en mi cama y empezó a contarme que cuando el tenìa doce años, y su tío Lucho estaba quebrado, y les habìa invitado a tomar cafè.
Dice que en esa época había unos panes de dulce en forma de S, y que en la mesa había pocos. Todo el mundo comió el pan, menos mi papá. Entonces la tía mandó a comprar más panes, y todos los invitados comieron de dos a tres panes, menos mi papá.
Cuando ya se iban, la tía fue la ùnica que comprendió su gesto, entones le dio una pasta y le dijo «acuérdate del pan».
Mi papá ha pasado por épocas duras, como yo, como usted… como el paìs. Cada vez que él se encontrò con esas paredes que te pone la vida, se «acordò del pan» y luego la vida le premiò. (el sobrevivió a un infarto masivo… y mi madre siempre ha estado junto a él, son un ejemplo de amor y fuerza, son ellos los que me han dado la fe y la fuerza para seguir adelante a pesar de LAS paredes con las que me he encontrado)
Supongo que de nuevo llegò la hora de yo deje de comer el pan. Supongo que es ahora cuando el Ecuador debe sacrificarse (porque no tenemos verdaderos líderes, sino puro egoista en el poder, con sus excepciones)
No creo que tenemos que conformarnos, no tenemos que perder la esperanza.
Para curarme necesité tiempo, fuerza, esperanza, y fe. Necesité hacer algo por mí mismo.
Ecuador, haz algo por ti mismo, ¡deja de conformarte! Exige pero trabaja primero. Para sanarse hay que seguir las instruccionesdel médico y ser muy disciplinado y responsable.
Ecuador por favor no pierdas la esperanza. No te sientas ahogado, y siempre «ACUÈRDATE DEL PAN».»
Por Belén Avila
VERSION ANTERIOR, PUBLICADA EN LA GAZETTE USFQ Y EN LA REVISTA EKOS hace fuuu