Los miedos que se esconden

No puedo escribir. Hace un año pasó algo que me rompió. Rompió mi base. Lo que me habían enseñado y lo que yo había querido aprender sobre la familia, la lealtad, la incondicionalidad.

Desde esa época acepté mi soledad. No en un mal sentido. Pero esta sensación de saber que estás completamente sola y que nadie, nunca, jamás, por nada del mundo, te va a ayudar de manera desinteresada. Y saber que no es una sensación sino una absoluta realidad. Es saber que estas solo. Las personas que tenían que cuidarte están muertas. Tus papás. Y no hay nada más .

Ya no hay victimizarte. No hay nada por o para que «hacerte la victima». Así te digan qué ese es tu comportamiento.. ya no se siente así.

No soy víctima de nada ni de nadie. Acepto la vida. Y me parece hermosa con toda su mierda. Me gusta vivir. Quiero vivir.. todo lo que no he vivido por tarada, por miedosa, por culpable, por inocente, por deprimida, por insensible pero sobretodo por miedo.

No he vivido como debí, como realmente me merecía o como cualquier ser humano se merece. Estaba demasiado escondida, castigándome por todo lo que hice o me hicieron … y sintiendo la culpa por todo.

Mis decisiones, las decisiones de otros, de todos de una u otra manera eran mi culpa… aún lo son. Y tenía que pagar. No tenía derecho a ser feliz. Tenía que ser un hoyo negro de desdicha y culpa. Ese era mi rol y nunca lo sentí así.

Había luz dentro de mí. A pesar de todo. A pesar de no querer seguir, ni sentir… de haber decidido no vivir…. en el fondo yo quería reír, y tener amigos, y tener hijos, y amar y ser amada… quería… pero sentía que no lo merecía y me castigaba y me aseguraba de no ser feliz. El me quitó una parte de esa luz. De mi inocencia. De mi esperanza

Tengo que escribir para soltar los miedos.

Como suelto lo que no entiendo

Me enseñaron que la sangre no te traiciona. No es verdad. Te traiciona. Te juzga. Te manipula. Te rompe.

Deja un comentario