Y si nunca amé

Tengo 50 años, y me veo en el espejo y no parezco tener esa edad  

Por un lado construí un montón de cosas, y también destruir  otras… sobretodo a mi misma

Amé… no  sé.  Ya no sé.  Pasé por tantos idiotas..  siendo yo la primera obviamente

No sé si es la función de los papás de uno enseñarte que es el amor o si lo aprendes o como carajos aprender que es el amor

En esta etapa , se me hizo piedra el corazón.   Confié en quien no debía … empezando por mi tío..  el que me   cuando era una niña.. lo bloquee por mucho tiempo,  pero cuando  mi esposo el Diego empezó a maltratarme  y pegarme..  recordé un pasado qué es aberrante.  

Es culpa de mi papá el no haber estado ahí? El debió enseñarme como los hombres engañan .. como él le engaño a mi mamá.  El debió explicarme como son las mentiras,  y que es amor y que no?  No creo que mi mamá sabía lo que era amor .  Creo que ella nunca lo sintió.. solo sintió pena por ella misma.  Tal vez comprendió el amor después de volverse viuda y empezó a tener fe en Dios y encontró un espacio donde había amor  por ella misma

Querido Martín:

Tu Mami y yo fuimos…somos… seremos… amigas desde chiquititas. Aprendimos a montar bicicleta juntas y mi Papi nos daba clases de matemáticas, pero ahí si se nos trabó el conocimiento; porque no mismo el ingeniero nos tenía paciencia.

Como pasa muchas veces los caminos te llevan por rutas distintas, pero nos reencontramos una y otra vez en nuestras vidas. Cuando ella nos necesitó, ahí estuvimos… y viceversa.

Y de cierta forma, las dos terminamos criando solas a nuestros hijos… Tu Martín, eres TODO para tu Mami. Así como mi José María es todo para mí.

Muchas veces conversamos sobre las mil y un aventuras que tuvimos juntas pero estos últimos años, a la distancia, nos unió la experiencia de ser mamás, de verles crecer, del amor tan indescriptible e incondicional que sentimos por ustedes… nuestros pequeños grandes amores.

Mi primera amiga, a la que siempre llevo en mi alma, está ahora en el cielo… con mis papás… y seguro la recibieron con el cariño que solo ellos sabían demostrar, de esa manera que te marcaba para siempre… y espero que mi Papi no te esté persiguiendo con las tablas de multiplicar… espero que estés en tu chopper roja… o en el monopatín del que volamos algunas veces bajando la cuesta de mi casa, tomándote una beba de uva (qué nos tenían prohibido) y comiendo un chicle american…

Tu tía Cristina Müller y tu Abuela María Luisa, van a estar siempre contigo. Y Martín, sonríe siempre que recuerdes a tu Mami… porque fuiste su vida, su mayor orgullo, su más grande amor.

«Lalalaais» hoy se me partió una parte del alma cuando me enteré de tu partida… quedo ese café pendiente y presentarles a nuestros verdaderos y únicos amores, nuestros hijos… pero así como sé por experiencia que muchas veces, los que se van… no se van del todo, quiero que sepas Martín… que tu Mami se va a convertir en tu fuerza, en la luz que guíe tu camino, en todo lo bueno que te pase inesperadamente y ese calor que te va a abrazar y proteger cada día de tu vida.

Cuenta conmigo siempre Martín, José María quiere conocerte.

Cris y María Luisa, les abrazo el alma… ustedes saben lo que está amistad significa para nosotras.

Alais Müller, mi Lala-is… estoy segura que nos volvemos a encontrar para jugar juntas con las barbies, montar bici y salir volando en el monopatín…

Te debo una beba de uva.

Te quiero amiga… mi primera amiga…
Mi Alais…

OLAS

Las cosas que vemos a diario llegan a un punto en el que se vuelven aterradoras. Y si dejas que ese miedo se apodere de ti, te estancas, te escondes, porque el mayor poder que el miedo tiene es que te paraliza. Y así te quita el tiempo, las experiencias y tu vida.

Pasan cosas que de una u otra manera te aferran al pasado. Al punto en el que te encierras, te bloqueas, te “proteges” y lastimosamente te quedas atrapado en lo que pasó, en lo que dijeron o hicieron, en los juicios, en el dolor. No se porque crecemos con un esquema de como las cosas tienen que ser… como tu vida debería ser. Y una decisión (no digo que sea buena o mala) cambia el camino que supuestamente debías seguir… tu plan de vida para ti y los “tuyos”. Y nada sale como “debería”. Y te quemas la cabeza pensando y si … hubiera tomado esta decisión, y si me hubiera quedado, y si me hubiera ido, y si hubiera dicho no… Lo cierto es que nada de eso que uno imagina pudo ser diferente, es.

Hace poco me encontré con una querida amiga en un evento, y de la nada dijo… “Belén escribe hermoso, te llega, pero últimamente no has escrito…” Y sus palabras me sacudieron. Primero el saber que lo que escribo, alguien lo lee… y luego que mis palabras lleguen… que toque corazones o vidas… y que ella se haya dado cuenta de que me quedé en silencio durante mucho tiempo.

Para mí era necesario hacerlo y creo que por un tiempo aún lo voy a seguir necesitando, porque salí de mi encierro, de mi espacio “seguro” y decidí con alma, espíritu, corazón, racional y emocionalmente que quiero vivir.

Dejé de soñarlo, dejé de esperar, dejé el miedo, y poco a poco volví a salir a un mundo que sí es cruel, y si me golpeó de todas las formas que pudo. Y eso, gracias a Dios, me cambió.

Te programan con tantas cosas, te encasillan, se espera cierto comportamiento, pero al menos a mí, no me enseñaron cómo llegar a ese punto al que otros querían que llegue. Y eso me ganó el título de REBELDE o la oveja negra de la familia, de los amigos, la que no cuadra… a la que es mejor dejar sola porque es como si estuviera caminando con una nube negra en la cabeza… o de esas que necesitan urgente una limpia porque todo le pasa. Y la gente no quiere estar cerca de alguien a la que le tildan de “complicada”. Cuando lo que más necesita esa persona es que simplemente acepten el nivel de dolor y estén. Acompañar le dicen.. pero la gente tiende a huir.

Con el tiempo, y con la autodeterminación de sanar… llegan situaciones que te prueban, te cambian, te retan. Y tienes dos opciones. Sigues escondido de la vida… o vives. Y yo escogí vivir. Y empecé a ver y a sentir las bendiciones que siempre he tenido en mi vida y eran invisibles para mí en ese momento.

Creo que hay puntos de inflexión, que te llevan a cambios profundos. Desde ser bulleado por quienes más confiabas, o un divorcio, una traición, un abuso, el juicio de “la sociedad”, la indiferencia de los “amigos” y de quien supuestamente te ama, la muerte de tus padres o hijos; y tal vez lo más duro, como tú te criticas por no ser lo que supuestamente tenías que ser.

A mí me llegó todo como cuando estás en el mar y una ola viene y le agarras mal y te arrastra, y logras sacar la cabeza justo cuando viene otra ola y te vuelve a arrastrar, y no puedes respirar, y no sabes dónde esta el piso, y viene otra… y otra… hasta que logras poner los pies en la arena, con los ojos que queman por el agua salada, y metes una gran bocanada de aire, y subes tus manos para proteger tus ojos y limpiar la arena. Los abres y ves bien donde estas, y cuál es el camino de salida; y estás firme justo cuando la siguiente ola viene por ti. Y esta vez, ya no te agarra desprevenido. Si bien estás con arena en todo lado, golpeado, sacudido, medio ahogado, estás parado. Y respiras. Te vuelves a meter en ese mismo mar que te zarandeó para limpiarte la arena… y decides salir un paso a la vez hacia la orilla.

Tal vez ese día no te vuelves a meter al mar, te quedas en la sillita, sentado viendo… te pegas una cervecita o un helado, y miras el atardecer respirando y pensando por un segundo, me salvé. Y sonríes y disfrutas de ese atardecer como nunca disfrutaste de otro.
Al siguiente día vas de nuevo al mar, esta vez más pilas… pero igual te metes en las olas… con más precaución, pero lo disfrutas porque esta vez ya sabes cómo y hasta dónde. Eso sí, sin la certeza de que te vuelva a arrastrar, pero con la paz de que esta vez estás más pilas, mejor parado, más atento a las olas que vienen y se van.

Ahora que ha pasado el tiempo y el miedo, veo a quién le dio sentido a toda mi vida, a todo lo que pasó, y sentó la base de una mujer diferente que enfrentó algo que jamás pensó que le iba a tocar vivir… Ahora veo, admiro y camino junto a mi hijo, que ya me está pasando y me mira directo a los ojos; ya no es el chiquito que lloraba o que no se soltaba de mi pierna. Desde hace tiempo, él ya camina firme, fuerte, independiente, y feliz.

Ahora es él quien me toma de la mano para que no me caiga, que me llena de besos y abrazos; que discute conmigo con mi mismo nivel de rebeldía y que aprende tanto con cada experiencia; el es quién me da el amor más puro que me llena de fuerza y paz.

Ahora estoy lista para salir del encierro, para volver a conectar, crecer, aprender, ayudar, bailar, brillar, cantar a grito pelado la música que a mí me dé la gana de escuchar a todo volumen, de ser amiga, de ser guía, de ser aprendiz, de disfrutar en paz de cada segundo de esta vida que ahora la siento y la vivo como nunca antes lo hice.

Todo pasa por una razón, la mía tiene nombre… y es quien estoy segura toca el alma de todos los que le conocen, de sus amigos incondicionales, de sus tíos y primos… de sus profes y compañeros… o de la gente que simplemente me lee y lo ve… ahora fuerte, alto, independiente y contagiando su alegría por donde va.

Y que ya se mete al mar y sabe como coger las olas.

Por Belen Avila

No se como explicar o comprender el hueco que siento en el estómago. Es una ansiedad que no me deja respirar. Entiendo tus justificaciones pero me doy cuenta de que no entendiste nada después de que te perdone la Marleteada y sus meses de mentiras, omisiones, plantadas, y soledad. Y ahora de nuevo. Esta es criptometeada… y me duele respirar. Y no sé si voy a poder perdonar o si tengo algo que perdonar… tal vez solo a mi misma porque me aferré a alguien que fue malo conmigo y con quien yo fui bondad duplicada por el amor de mi hijo… Tal vez nunca lo entiendas, tal vez piensas que con el tiempo me calmaré y entenderé que tú haces con tu plata lo que te de la gana al igual que con nuestro pasado, presente y futuro. No debiste engañarme y ocultarme el porqué me has tratado como mierda todo este tiempo. No merezco esto. Merezco besos, y orgasmos, y salidas y paseos y vida.. y cumpleaños… merezco cumpleaños… pero ya no te quiero que estés y me duele que no estés.. me merezco más.. y no es plata.. porque gracias a Dios eso tengo por mi trabajo, merezco sinceridad, respeto, amor, órganos, departamento, alegría, vida y cumpleaños… Y en este momento no te siento en mi alma.. solo siento un hueco financiero disfrazado de mentira … de nuevo ni siquiera puedo odiarte porque cada respiración está enfocada en sellar el hueco que volviste a abrir.. y no te importa y no entiendes y no sientes… por Dios quiero respirar… son que crezca el hueco.. el dolor.. que es nada… mis cachetes duelen de lo duro que aprieto la cara y sigo tratando de respirar pero para qué… al momento nada tiene sentido.. soluciona tu deuda.. pero creo que la que tienes con nosotros es imposible de «solucionar»

En todos mis años de profesional, he vivido todo tipo de experiencias…  buenas y malas.   Como a todos nos pasa,  las cosas se dan  y  brillas o te vas de trompa al pavimento… o te empujan.

Esas experiencias te van cambiando,  porque según lo que va pasando… la balanza se va yendo hacia lo bueno o hacia lo malo.   La realidad, te revienta la burbuja,  y te lanza a ver a un  mundo que  da vergüenza y dejas de creer que puedes crear la utopía por la que vienes luchando por años a partir de un legado que tienes tatuado en el alma.

Es como querer un mundo mejor, y te lo has currado desde que tienes memoria… para que venga un ser y te arranche esa luz que ha guiado tu carrera… Obvio se siente feo cuando alguien a quién ni conoces,  pero por quién  has trabajado por muchísimos años DEJÁNDOLO TODO,  y haciendo todo lo que está en tus manos y más,  sacrificando todo, y no solo lo haces bien sino que apuntas a que sea más que mejor…

Has dado por años tu servicio con alma, corazon y vida…y de la nada  te trata sin una gota de respeto,   o profesionalismo;  con la prepotencia y el ego que algún día seguramente serán su propio karma. 

Nadie es perfecto.  Errores se cometen. Pero también  los problemas se solucionan, porque  siempre hay algo más importante.     Hay situaciones delicadas donde no cabe el ego,  y sí que se haga bien el trabajo. 
Uno vive y aprende que la gente es como quiere ser, se suben a su pedestal, o se caen… y tarde o temprano todos caemos.  Pero la paz de una conciencia tranquila,  de años de trabajo bien hecho, de la  de hacer el mundo un mejor lugar,  empezando por nuestro país, pesa más. 

Nadie se va a sacar más el aire que nosotros… haciendo el trabajo  con la frente en alto porque lo nuestro no solo es convicción,  es legado, es nuestra historia y eso se lleva en la sangre…  y es la responsabilidad de producir sin contaminar. De crear un mundo mejor y limpio.

Así que de la fea experiencia,  me quedan solo cosas buenas que están a la vista no solo como persona o gerente,  si no en la empresa en la ć


Experiencias

Experiencias
Después de un riguroso proceso de selección,  y después de renunciar a donde trabajaba por ese «trabajo de tus sueños»

A los 3 días, sin razón me dijeron me despidieron, gracias y hasta luego.

Errores cometidos:

1. Decir que se necesitaba renovar la imagen ya que era una empresa de tecnología con imagen anticuada.

2. Las tarjetas de presentación de la empresa estaban impresas con mala calidad, se salía el color

.y abrí la boca ñ

Me costó 2 trabajos

Y nunca saber que paso

Nunca supe porque pasé tantas entrevistas y tests, porque me contrataron… y dejaron que renuncie a un buen trabajo.. si en 3 días me iban a despedir.. .

A distancia

A distancia no distinguíamos si era hombre o mujer… solo se veía un bulto que sacaron los bomberos y policías, desde el fondo del precipicio.

Nos quedamos mirando y al mismo tiempo quería pero no quería ver. Alguien murió, saltó y cerró su historia. Aún siento la impotencia, la tristeza, la ansiedad de saber que pasó tan cerca; no hay cara, ni nombre, ni historia. Sólo esa imagen, de un bulto tapado, se me quedó grabada.

Supuestamente entre tanta violencia, tanto dolor que está a nuestro alrededor, deberíamos estar ya «cauterizados» frente a este tipo de situaciones… pero no es así.
¿O sí?

Será que nos hemos vuelto tan fríos, tan poco empáticos como para no sentir nada, no decir nada, no actuar. A veces me imagino que la indolencia es parte del sobrevivir.

Es que sólo en esta semana hemos visto tanta agresión en nuestro país… todos los dias vemos, en la tele, en redes, en la calle que si terremoto, amenazas, inundaciones, ciclón, volcán, secuestros, robos, bombas, acusados y acusantes, violaciones, abuso, acido, droga por aquí y por allá, y al final: la muerte.

Una mujer dio a luz en la vereda y «la política» del hospital más cercano no le permitió atenderle, y el bebé murió.

La política… la asamblea… las leyes… el presi… el alcalde.. la policía.. los jueces… las fuerzas armadas.. se han vuelto tan poco representantes de lo que deberían ser… Supuestamente están para «servir y proteger». La pregunta es a quién $$$ están sirviendo y protegiendo porque al país y a sus habitantes no le sirven para nada.

Seguimos callados como nos impusieron desde hace 14 años, mastique, trague… trague… mastique.

A distancia… yo aún siento el dolor, el miedo, la ansiedad de la historia que le llevo a un ser humano a dar el salto… tan cerca…

Por favor, DA LA MANO! Escucha! Deja a un lado la política, la impavidez de los que deben servir y no lo hacen; y muévete tú.. sirve y protege tú, empieza tú, deja de juzgar tú… y seguro yo me uno.. y uno más y otro más se unen… y la sociedad se volverá más fuerte, más perseverante, más humana, más valiente, más… mucho más… para que la próxima vez no solo prime el dolor, sino que renazca LA ESPERANZA.

Y que sea de cerca, no a la distancia.

22.03.2023

Ojala

Ojalá, con Beret de fondo.

Cuántas veces pensamos con absoluta certeza «ahora no soy feliz». Y nos callamos por miedo, miedo a aceptar, miedo al que dirán, miedo a ser juzgado. O simplemente el mundo te enseña que debes ser fuerte siempre y «no quejarte» porque si lo haces caes en el victimismo.
Y te crecen miedos que nunca educaste como dice la canción.

Cuántas veces pedimos ayuda y la respuesta es el silencio, la distancia, como si fueras pandemia… pides ayuda y se alejan… te tratan como paria y te dan la mágica solución a tu dolor con un «las cosas no son así» que suena a sal de tu mundo konitos exagerado. ¿Cuándo te preguntas y cómo puedes decir qué no es asi lo que yo siento, si soy yo quien lo siente?

Que confusión. Por un lado es: sé quién eres, sé tu mismo, embrace yourself, yolo, dolce vita, etc; y por otro al hoyo.

Entonces aprendes que pedir ayuda, está mal. Que decir estoy triste, no estoy bien, es cuasi pecado mortal. Ser debil significa que no se puede confiar en ti. O sea sentir dolor es debilidad. Y el mundo no está hecho de débiles, la gente de éxito no siente… son terminators shark tank donde el roi pesa sienpre mas que el ser. Y nos fallamos a nosotros mismos y nos callamos. Y sepultados bajo miles de excusas cualquier dolor en silencio.

La vida no es fácil, pero tampoco es terrible. Es momentos. Es caminos. Y los caminos son para recorrerse, no para ocultarse.

El pasado y el futuro nos dejan cargas, cargas que escogemos inconscientemente llevar. Y que no sabemos soltar o no nos dejan soltar con cantaletas sobre un pasado que ya no está en ti. Se fue. Y no quieres volver a vivir.

Y no aprendemos como dejar de ser rehenes de lo malo, del pasado, del futuro y a quedarnos solo con el presente. Con lo que está hoy y valorarlo a topes…. el momento…

Las expectativas a veces son motores que nos llevan a construir. Otras veces vuelven a nuestros sueños tan brillantes que nada se compara con la fantasía y pierdes la realidad, que se evapora en lo que quieres tener y lo que no recibes.

A veces te callas, bajas la cabeza y aguantas. Otras… gritas, reclamas, explotas, te cansas de esperar lo que no llega y agarras y dices Yaaaaa!!! Y escapas. Dejas de ser rehen. Y te paraliza el miedo de no volver a tener aunque sea esa gota de aceptación o amor …

Todos tenemos mil historias y de esas historias se desprenden mil destinos.

Nos aferramos a uno y no vemos todas las posibilidades que se abren frente a nosotros.

Como seres humanos que creemos que somos infalibles, tenemos la mala costumbre de juzgar y asumir como si fueran propios los sentimientos de otros. Nos falta humildad, empatía y abunda el egoísmo. Nos digo, porque me incluyo.

En general juzgamos… pensamos que desciframos lo que otros sienten o quieren y asumimos. Y al asumir, nos equivocamos.

Lo primero que deberíamos hacer es escuchar, escuchar la historia completa y no la parte que te encabrona y con la que juzgas y duces ele… ahí esta tu problema!

Es que escuchar debería ser solo eso… escuchar. Tarán… así de simple. Escuchar y acompañar. Acompañar y no irse. Acompañar y estar de verdad.

Cargamos secretos, sufrimiento, dolor y también aprendizaje, crecimiento, y paz que no se ven o sienten a simple vista. Hay que indagar más profundo y no dejar todo por encimita.

Y un día te dicen que no tienes nada, que no tienes amigos, que nadie te quiere, que estás sola. Que eres complicada y que no vales o mereces nada. Usan palabras como víctima, y te mandan una y otra vez a terapia. ¡Coño! ¡Que manía! ¡Que mi felicidad no es la misma que la tuya!

Ojalá nos aceptemos nosotros con humildad… ojalá cuando te pidan ayuda, escuches y acompañes. Tu mundo konitos tampoco está asegurado y se te puede romper y vas a ser tu el paria solo. Y vas a aprender a dar la mano… porque a ti no te la dieron. Y sin querer…. en ese momento… cuando das la mano y acompañas y escuchas… sabes que eres completa e irracionalmente feliz.

Por Belén Avila
Y al fin pude escribir…

Dedicado a los Viajeros del Alma